Crear música es un trabajo de amor, desde la primera chispa de una idea de canción hasta la mezcla final. Compositores, productores y artistas dedican su tiempo, energía y talento a crear algo que resuene. Cuando una pista finalmente sale, puede despegar rápido: escalando las listas de streaming, apareciendo en listas de reproducción seleccionadas, y tal vez incluso consiguiendo un contrato de sincronización. Pero detrás de escena, un problema silencioso puede descarrilarlo todo: metadatos incorrectos o faltantes. Un simple descuido, como un ID de compositor faltante, puede significar que no haya coincidencia de regalías ni pago. Es un problema común en el ecosistema musical digital actual, y uno que cuesta a los creadores algo más que dinero. En 2025, los metadatos no son opcionales, son la base del crédito, el descubrimiento y la protección. Cuando los metadatos están incompletos o faltan en los lanzamientos, la atribución desaparece, y las regalías se desvanecen con ella.